Os pido disculpas, porque llevo bastantes días sin actualizar el blog. Había pensado en hacerlo el fin de semana, pero empezó la ola de incendios en Galicia, Asturias, León y Portugal y sinceramente no me apetecía ponerme a hablar de moda o belleza cuando un montón de gente, algunos muy cercanos, estaba pasando por momentos muy angustiosos. Sé que hay blogueros o youtubers que prefieren ignorar este tipo de situaciones, pero yo no. Mi blog o mis redes sociales son un reflejo de todo lo que me rodea sea para bien o para mal. Me da igual que mi Instagram o mi blog dejen de ser perfectos estéticamente por subir una foto o un vídeo de un incendio, o hacer un comentario sobre lo que está pasando en mi tierra. El dolor de todos los que están sufriendo las consecuencias de los incendios está por encima de todo.
Si os soy sincera estos días me he llevado más de un chasco con alguna bloguera que hasta ahora seguía. No creo que subir una foto a tu cuenta de Instagram o publicar un tuit mostrando tu apoyo a los que lo están pasando mal, sea no cumplir con tu trabajo. Sinceramente, considero que si no lo hacen es por seguir manteniendo ese mundo perfecto e ideal que reflejan todos los días en Instagram, Twitter, Facebook o Youtube amparándose en la excusa de que ya hay demasiadas desgracias en el mundo y en esa frase que tanto odio escuchar cuando ocurre una desgracia, la famosa "la vida sigue". Como como ya escribí aquí cuando en Santiago de Compostela vivimos la tragedia del accidente del Alvia, en el que murieron muchas personas, la vida no sigue para todos los que pasan por algo así, se detiene durante mucho tiempo, y en algunos casos para siempre. Por eso quiero que mi blog y mis redes sociales no sean perfectos, porque son como la vida misma con sus momentos de felicidad, pero también con sus sombras y animo a todos aquellos que tengan seguidores en redes sociales a que también lo hagan. No se puede vivir en una burbuja de felicidad eterna.
Desde aquí mando mi apoyo y ánimo a todos aquellos que han perdido a sus seres queridos, sus casas, sus animales o sus bosques, y pido a quien corresponda que haga todo lo posible por encontrar y encarcelar a los culpables de convertir lugares maravillosos como Galicia, Asturias, León y Portugal en un auténtico infierno.
